¿Te han dicho frases de positivismo en momentos donde sientes que tu corazón se ha partido en pedazos?
Se agradecida, hay personas que están peor que tú. Sonríe y olvídate de los demás que la vida es una. Enfócate en lo positivo y olvida lo negativo. Perdona y olvida y se felíz que no es para tanto.
Aunque estoy segura de que en muchas ocasiones estas frases o otras que has escuchado son pronunciadas con la idea de hacerte sentir mejor, estos no siempre logran su objetivo. ¿Porque crees que esto ocurre?
Como Coach de vida, sé que el pensar y actuar positivamente
es siempre una alternativa para ver la vida desde una perspectiva diferente y
puede resultar efectivo al ser aplicado con inteligencia, sin embargo el
insistir que los demás siempre estén positivos cuando la vida no siempre lo es,
es irreal.
La verdad es que nadie puede ser positivo todo el tiempo. ¿Recuerdan la frase todo en exceso es malo? Pues es cierto, aplica también al positivismo. El querer imponer o expresar positivismo todo el tiempo en toda circunstancia se llama Positivismo Tóxico. La insistencia de ser siempre positivos, todo el tiempo causa confusión y sentimientos de culpabilidad en el o la persona que manifiesta sentir tristeza, ira, coraje, indignación, etc.
Vivimos en una cultura donde catalogan las emociones como positivas o negativas dependiendo de como estas nos hacen sentir o sentir a los que nos rodean. Ciertamente las emociones como la tristeza, frustración, ira, molestia son emociones fuertes, sin embargo, estos existen con el propósito de ser sentidos. Nadie esta exento a sentirlos excepto los psicópatas.
Entonces, te
preguntaras ¿porque la insistencia en ser positivo todo el tiempo?
Primeramente, ninguna emoción debería ser catalogada como negativo o positivo, simplemente son emociones con propósito. Cuando estamos sumergidos en las emociones que catalogan negativas no podemos observar la situación que vivimos de una manera positiva, por más que intentemos. Sin embargo, los que nos rodean en busca de aliviar nuestro dolor usan frases parecidas de positivismo como si la tristeza, coraje, frustración pudieran ser borradas de la faz de la tierra con solo pensar positivo. La realidad es que eso no es una opción. La única opción recomendado es sentir la emoción que te embarga y entender por qué ese sentimiento está presente en tu vida en este momento.
Las emociones nos ayudan a crecer y aprender. Es como por ejemplo caminar, cuando naces no sabes caminar. Mientras pasa el tiempo vas desarrollando destrezas motoras y eventualmente surge lo inesperado, tus primeros pasos, inevitablemente estos vienen acompañados de tropiezos que a su vez, causan dolores y frustración, aun así, vuelves otra vez a intentarlo hasta lograr el objetivo. Así son comparables las emociones, están presentes para motivarnos a continuar y aprender muy a pesar del dolor que podemos sentir. No podemos evitar las caídas por lo tanto no podemos evitar las emociones. Estar alegres y felices todo el tiempo es irreal. Reconocer las emociones y observar el porque existen en nuestra vida nos asiste a enfrentarlas y superarlas.
¿Entonces, porque el positivismo tóxico?
Hay que entender que a muchas personas les incomoda la expresión de sentimientos que se catalogan negativas precisamente por las emociones no sanadas que puede despertar en ellos o ellas. Esto explica el porque a muchas personas les incomoda estar en momentos de gran tristeza en la vida de otras personas, precisamente porque ellos o ellas han bloqueado esos sentimientos pensando que estas emociones no son aceptadas, son malas y por lo tanto no han sanado su dolor.
Uno de los propósitos de los sentimientos es precisamente crear empatía y compasión en nuestro ser por los que nos rodean. La empatia es la capacidad que tiene un individuo de emocionalmente colocarse en los zaptos de la otra persona. ¿Si no nos permitimos sentir tristeza, como podemos apoyar a otros y otras cuando expresan lo mismo? Cada persona aprende a su ritmo y tiempo y el querer imponerle a los demás estar positivos cuando estos no están preparados para sanar aún, es negarle a esa persona que sufre un apoyo.
Es muy poco probable que el ser humano supere momentos difíciles sin poder expresar su dolor a otra persona. El compartir los sentimientos de felicidad como los de tristeza con otros crea conexiones profundas e interpersonales que hace al individuo que sufre o que siente felicidad sentirse valorado, comprendido y reduce el dolor comparado con una persona que se siente solo o sola y no tiene un apoyo con quien expresarse.
No podemos andar por la vida fingiendo que no tenemos emociones
de tristeza, ira, indignación, frustración solo por complacer a los demás. Esto
podría causarle efectos de estrés al cuerpo que luego retundan en enfermedades crónicas.
Los sentimientos y emociones no trabajados o sanados luego salen en condiciones
físicas y psicológicas creando entonces los efectos negativos que muchas
personas usan para catalogar las emociones como positivas o negativas. Cuando la realidad es que son las emociones bloquedas los que causan estos efectos fisiológicos.
El positivismo no es malo, a lo contrario, en dosis adecuadas puede ser aplicado con inteligencia. Se puede ser inteligentemente positivo sin entrar en lo tóxico cuando se le da espacio a ese ser querido de pasar por su tiempo de duelo sin sentirse culpable por lo que siente o sentirse confundido, mensaje errado que continuamente encontramos en los diferentes medios de comunicación de que hay que ser felices todo el tiempo. Esto puede crearle a individuo la idea de que sentir como se siente no es normal y cuando la realidad es que todas las emociones son normales y tienen un propósito de cambio en nuestro ser.
¿Entonces que frases puedo decirle a alguien que sufre para ofrecerle
apoyo sin ser positivo tóxico?
Podrías simplemente ofrecer apoyo no verbal o usar frases que ayuden a establecer una conexión de compasión. Por ejemplo, frases como:
Entiendo lo que estas sintiendo.
Me solidarizo.
Te abrazo en tu dolor.
Estoy aquí para escucharte y no juzgarte.
Son algunas de las frases que se podrían usar para ofrecerle a ese ser un apoyo donde no se sienta juzgado por lo que siente y darle valor a sus emociones usando el positivismo inteligente.
Para concluir los invito y las invito a que abracemos nuestras emociones y seamos mas compasivos al usar el positivismo con inteligencia emocional.
Por último, si le gusto lo que acaba de leer agradezco que sea compartida la información con sus amistades.
Gracias por leerme y por su apoyo,
Norah Yvette, Coach de Vida