¿Alguna vez te has sentido obligad@ a decir Si aunque tu interior gritaba NO?

¿Porque Nos Cuesta
Decir NO?
Francisco Sáez en su artículo: Porque Debemos Decir No Más a Menudo y Como Hacerlo* señala que
existen varias razones por el cual nos cuesta decir No sin sentirnos culpables
sin embargo estas razones son erradas:
- Queremos ayudar. Confundimos comportamientos supuestamente positivos con otros supuestamente negativos. Parece que negarse a hacer algo es egoísta, mientras que aceptar hacerlo es un acto de amabilidad, generosidad y empatía.
- Temor a ser rechazados. Queremos caer bien a los demás, y buscamos su aprobación. No queremos que nos marginen.
- Respeto a los demás. A veces consideramos que, simplemente, esa persona no se merece un no por respuesta.
- Temor a enfrentamientos. Queremos evitar conflictos innecesarios y mantener un buen ambiente. No queremos que una relación se tambalee como resultado de una respuesta negativa.
- Sentimiento de culpabilidad. A menudo no nos quedamos tranquilos cuando decimos no. Estamos constantemente castigándonos a nosotros mismos por esa decisión, aunque fuera totalmente lógica.
- Temor a perder oportunidades. Pensamos que si decimos que no ahora, en el futuro no nos ofrecerán otras cosas que sí pueden interesarnos.
Podemos concluir que ese sentimiento de culpabilidad nace del miedo a
fallarle a los demás y que estos se alejen de nosotr@s. Pero la verdadera
pregunta deberia ser ¿Por qué se alejarían tus amistades si realmente te valoran y te respetan? Realmente son tus amigos o amigas?
Nosotras
las mujeres somos criadas a ser sumisas y complaciente e incluso (sin ánimos de que se sientan
ofendidos las diversas religiones) muchas nos criamos en un ambiente donde
hasta en la religión nos señalan que debemos someternos a nuestros esposos, cabeza del hogar. De hecho el
desafiar tal imposición en la historia era considerado una herejía en la
iglesia. Las mujeres libres pensadoras eran catalogadas a través de la historia
como brujas o seguidoras del mal, rechazadas por la sociedad y hasta condenadas
a muerte. Aún en el presente luchamos contra la imposición social que dicta que
una mujer es propiedad de un hombre, así como lo es un auto o una casa. Al
observar esto podemos entonces entender como a través de la historia y de la
crianza hemos aprendido a tener miedo a las posibles consecuencias que podría causarnos
el decir NO por el simple hecho de ser MUJERES. De hecho las mujeres son
catalogadas como buenas o malas de acuerdo a como sirven a los demás. ¿Cuántos de
nosotros no hemos escuchado la siguiente frase “Ella era una mujer tan buen y abnegada a su hogar.”? O frases que
dicen lo contrario como: “Que mala madre,
como deja a sus hijos a cuidar por irse a pasear sola”
Entonces ¿Cómo digo que No sin sentirme culpable?
“Debemos
aprender a desaprender…” (Cultura Profética)
- Debemos aprender a desaprender lo aprendido durante años (ja, ja, ja, te enredaste la lengua al leerlo, lo sé). En otras palabras: No somos responsables de la felicidad de nadie más que de NOSOTRAS MISMAS. Si nuestro esposo, el jefe, la vecina, la amiga, la abuela, el tío, no son felices, NO ES TU RESPONSABILIDAD. Si, así como lo lees, cada quien es responsable de su felicidad y por lo tanto TU de la tuya. Si tú no eres feliz, no podrás compartir esa felicidad con nadie. El querer complacer a todos y todas es agotador e imposible. Siempre va haber situaciones donde se difiera de opiniones o de gustos y eso es algo completamente normal. Así que quítate de la mente esa carga innecesaria de querer hacer felices a todos y todas.

- AMATE. Amate sobre todos y todas. Aún si eres madre, debes amarte primero. No podemos brindar lo que nos falta y si nos falta amor propio, Como podemos amar a otr@s? Hasta JESUS lo menciona en su mandamiento: Ama al prójimo como a ti mismo. Si tú no eres capaz de amarte y cuidarte, no puedes pretender que los demás lo hagan. Si no respetas tu derecho de diferir y negarte, nadie lo hará. Con tu amor propio le enseñas a los demás a amarte con respeto. Los demás al observar cómo te respetas y te valoras, sabrán que no podrán imponerte a hacer nada que no quieras hacer. Edúcalos con tu amor propio.
- Pierde el miedo de perder a otros. El miedo es tan poderoso que no nos permite crecer o avanzar. Debemos alejarnos del miedo a perder a quien no nos valora como somos realmente. Cuando digo realmente, me refiero a la persona que eres cuando decides tener control de tu vida, cuando decides apoderarte de tus decisiones sin miedo. Si cuando dices NO las personas se alejan, entiende que esas personas NO TE MERECEN. Solo estaban cerca de ti por lo que podrían ganar de tus SI’s y no respetaban tus NO’s. Pregúntate si realmente son las personas que deseas tener a tu alrededor. Nadie debería de sentirse obligado a decir que SI solo para complacer a los demás o porque te lo impone alguna creencia o religión.
Te invito
a que juntas amemos nuestros NO tanto como nuestros SI y que valoremos y
respetemos nuestros deseos con asertividad y sin miedos.
Apodérate de ti.
Gracias
por leerme, Norah.
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