Crónicas de Una "Mala" Madre
Era uno
de eso fines de semana caóticos donde como madre tienes muchas cosas en la
agenda, entre estos: lavar ropa, cocinar, limpiar, cocinar otra vez, servir de referee entre
los conflictos de herman@s, cocinar otra vez,etc.
Dentro de
unos de los espacios de mi limitado tiempo necesitaba sentarme a estudiar con los gemelos el famoso
""oral Report” de la clase de inglés.
No quiero
entrar en detalles de lo complicado que es estudiar con dos a la misma vez (sin
mencionar el poco amor que le tengo a los dichosos informes orales de la clase
de inglés). Entre cocinar la cena y estudiar, me propuse a hacer el multitasking.
La misión? Hacer el estudiar divertido. Sin embargo entre las quejas: "mami Yabdiel me está sacando la lengua" y la
negación rotunda de los hechos de parte de acusado, logré hacer una competencia
del evento tedioso. Mamá le había propuesto al equipo inseparable desde la concepción,
que intentaran a ver quién se aprende las oraciones más rápido. Sus ojos se
llenaron con el brillo de la competencia y se pusieron a la tarea.
No te niego que aún surgían discrepancias como por ejemplo: uno le decía al otro: “porque siempre te tienes que sentar al lado mío” y escuche que me decían: “Mami dile a Yabdiel que no me toque con su pies” . Evite involucrarme esta vez (despues de todo estamos escuchando esto de los dos que no quieren dormir separados, aún teniendo sus camas apartes).
Logré terminar la cena y cuando voy a ver quién había ganado la competencia, sin causarme sorpresa, solo uno había logrado aprenderse 4 de 10 oraciones y el segundo solo dos.
No te niego que aún surgían discrepancias como por ejemplo: uno le decía al otro: “porque siempre te tienes que sentar al lado mío” y escuche que me decían: “Mami dile a Yabdiel que no me toque con su pies” . Evite involucrarme esta vez (despues de todo estamos escuchando esto de los dos que no quieren dormir separados, aún teniendo sus camas apartes).
Logré terminar la cena y cuando voy a ver quién había ganado la competencia, sin causarme sorpresa, solo uno había logrado aprenderse 4 de 10 oraciones y el segundo solo dos.
Inhale…
Exhale…
Como mala
madre les recordé que ellos tenían una responsabilidad al igual que yo. Que
necesitaba que ellos se enfocaran en cumplir con sus responsabilidades y que pusieran de su parte para estudiar. Luego de estudiar con ellos, desistí y los deje descansar un poco del látigo impositor (en sentido figurado, NO LITERAL) del informe oral
de inglés.
Llegó el
día del informe y aún ellos luchaban con la idea de que no iban a poder cumplir
con lo que la maestra (estricta por demás) le solicitaba. Tenian que decir las 10
oraciones de memoria. Al llegar a la escuela el padre me escribe por whatsaap que por favor dialogue
con la maestra ante la “falta de estudio que tenían los gemelos” para que
postergara el informe a la próxima semana.
Me dí a
la tarea de buscar a la maestra, pero muy a pesar de mis intentos, no logré comunicarme
con ella antes de irme a trabajar y su hora profesional era a las 10:00am. No podia esperar.
Decidí ir a donde el dúo dinámico y darle una charla motivacional, enfaticé que lo importante es que hagan lo mejor que puedan. También les indique que nos esforzaríamos más en estudiar para los otros dos informes que quedan.
Decidí ir a donde el dúo dinámico y darle una charla motivacional, enfaticé que lo importante es que hagan lo mejor que puedan. También les indique que nos esforzaríamos más en estudiar para los otros dos informes que quedan.
Después
de informarle al papa lo sucedido, me fuí con un sentido de culpabilidad de la
escuela. Pensaba que quizás debía esforzarme más en obligarlos a enfocarse,
dejar el multitasking (lo cual e
intentado en el pasado, pero al hacerlo surge un episodio de Jumanji en mi
casa) o simplemente debería confiar más en la capacidad que tienen mis dos
pequeñines.
Que
sorpresa tan grata fue escuchar por la tarde la emoción que tenían ambos por
haber completado la tarea con éxito. Lograron decir sus oraciones de memoria
(Yabdiel tuvo que leer los últimos dos), pero ellos estaban tan felices y
sorprendidos de que lo habían logrado.
Compartí
su alegría, pero no pude evitar preguntar:
Será que
nosotros como padres le desplazamos inseguridad a nuestros hijos?
Será que
si hubiera logrado hablar con la maestra este evento que le causo tanta
felicidad a mi dúo dinámico no hubiera ocurrido?
Cuantas
veces como madre o padre, por miedo a que nuestros hijos sufran quisieramos forrarlos
(literal y simbólicamente) de Foam (y
mucho tape) sus alrededores para que cuando se caigan no sufran y cuando cometan
un error no vean las consecuencias.

Explicarles que cometer errores es parte de crecer.
Esa
charla motivacional era todo lo que necesitaban, no era necesario impedir el
proceso de que cumplieran con su responsabilidad escolar. Solo era necesario que ellos confiaran en sus capacidades y
yo disfrutar lo mucho que han crecido mis bebes.
Gracias
por leerme.
Norah
Norah
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